Para poder empezar bien esta historia, me remitiré a una frase de mi buen amigo Drácula:

​

Bienvenido a mi casa. Entre libremente por su propia voluntad y deje parte de la felicidad que trae.

​

Me parece la mejor frase para empezar a conocernos, sobre todo porque cuando piensas en Drácula te viene a la cabeza un tío con un culo blanco por pelo, pero no este tío:

​

​

​

​

​

​

​

 

Si no que yo me refiero a este otro:

​

​

​

​

​

 

 

 

 

Si algo tienen en común ambos personajes, a parte de las cabelleras con formas dudosas, es que forman parte de mi exteeeensa biblioteca de películas personales, algo que llevo recopilando muchos años y que ahora me apetece compartir contigo, pero no dando una crítica ni destripando su argumento, si no uniéndolo de algún modo a otra de las pasiones de mi vida: la publicidad.

Ahora mismo puedes tener dos respuestas en tu cabeza:

1.- Menuda gilipollez, o me hablas sobre la decadencia del cine comercial y el dominio de las películas libanesas subtituladas en polaco, o este blog no me interesa.

 

2.- Ha empezado con culos y tetas, con eso ha captado toooda mi atención.

 

Sea cual sea la que escojas, te pido que busques algo más en este blog que lo superficial y lo que crees que será, que le dediques cinco minutos de tu tiempo y descubras todo lo que quiero ofrecerte, solo prueba y echa un vistazo.